Nuestra conducta como padres y cuidadores de los hijos debe ser la prevención. Los accidentes, golpes o traumas son bastante frecuentes en los niños y uno de los traumatismos que más preocupa a los padres es el traumatismo de cráneo. La importancia de cualquier traumatismo craneal viene determinada por la posibilidad del daño cerebral asociado. Aproximadamente, el 80-90% de los traumas craneales no tienen consecuencias relevantes, es decir, son leves. Los niños menores de un año tienen más riesgo de tener lesiones cerebrales. La mayoría de los traumatismos solo producen lesiones en la superficie de la cabeza como hematomas (chichones), heridas y dolor en la zona del golpe. Sin embargo, es importante que los padres entiendan que en el período posterior al golpe es fundamental observar al niño y reconocer algunos signos de alarma que nos permitan acudir de manera oportuna a una sala de urgencias, entre ellos tenemos:
- vómitos
- dolor de cabeza moderado o intenso
- fotofobia (intolerancia a la luz)
- rigidez de cuello
- irritabilidad
- sonmolencia